jueves, julio 27, 2006


Queque Mármol

300 gramos de mantequilla
275 gramos de azúcar
1 cucharadita de vainilla
2 cucharadas de ron
1 pizca de sal
5 huevos
375 gramos de harina especial Schott (aunque como somos chilenos cualquier harina sin polvos da igual)
4 cucharaditas de polvos de hornear
2 cucharadas de leche
20 gramos de chocolate amargo en polvo
20 gramos de azúcar (¿de nuevo?)
3 cucharadas de leche (¿otra vez?)

Precaliente el horno a 150º C. Enmantequille un molde para queque.
-Hola mi amor!
-Hola mi cielito!- mientras me saluda me da un beso, de esos que tanto me gustan. Como me pilla con delantal de cocina puesto me pregunta que estoy haciendo.
-Te estoy haciendo un quequito- le digo con cara de alegría porque era primera vez que le cocinaba algo a parte de las hamburguesas que le mando para el trabajo.
-¿En serio?
-Sip
En un bol grande bata con batidora eléctrica la mantequilla con el azúcar a crema. Añada el azúcar (que supongo que será ese azúcar que se repite), sal, vainilla y ron.
Incorpore los huevos de a uno, batiendo muy bien entre uno otro.
-Pucha amor, ¿para que te pusiste a cocinar?- me dijo mi cielito entre pucheros.
-Porque quería hacerte algo rico po' amor, además hay una personita que ayer me dijo que antes de irse al trabajo quería tomar oncecita... ¿o no?
-Pero es que quiero regalonear contigo y como estás cocinando no se puede.
-Amor, pucha esperame, me apuro lo que más pueda y ahí regaloneamos, ¿si?
Se quedó calladito entre pucheros.
Añada la harina cernida con los polvos de hornear disuelto en 2 cucharadas de leche (jua! mientras cernía el harina me sale de sorpresa de dentro del paquete una taza... una taza! ¿a quién diablos se le habrá quedado una taza en el harina? A mi mamá más que segura xD). Vierta la 3/4 de la masa en el molde para queque, reserve el resto de la masa. En un bol pequeño mezcle el chocolate amargo (en mi caso fue chocolate dulce, no tenía amargo) con el azúcar y la leche.
Me acerco al Feli y está empecinado con un puzzle... está molesto. Igual le doy un besito.
Mezcle la masa restante con la mezcla de chocolate y viértala sobre la masa del molde y con un tenedor mezcle los dos colores. Hornee por 50 minutos o hasta que al meter un palito este salga limpio (el mío estuvo en 40 minutos aproximadamente)
Me acerqué a mi niño y seguía medio taimado, traté de conversar con él, pero como que no había mucho caso.
Después subimos a mi pieza (dicho sea de paso, con el enano de mi hermano como cola) y luego de un ratito se le pasó. Regaloneamos un buen rato hasta... ¡que empecé a sentir olor a quemado!. Corrí velozmente escalera abajo y apagué el horno. Estaba listo. No se alcanzó a quemar, tan sólo un poquito, pero era una nimiedad. Lo saqué y lo dejé enfriar.
Subí, nuevamente y luego de un rato mi amor me pregunta: -¿y el queque?
- Ya lo saqué. Se está enfriando.
-Aaahhh... vamos a verlo.
Bajamos y ahí estaba el queque. Se veía bonito, pero yo rogaba con todo mi ser que no sólo fuera aspecto sino también sabor.
Lo sacamos del molde, de uno de esos de silicona que compró mi mamá hace un tiempo atrás.
-Qué entrete el molde- me dijo mientras me ayudaba a desmoldarlo.
Quedó esponjosito. Tenía buena cara... seguía rogando que tuviera buen sabor.
-Ah, yo quiero queque.
-Altiro?
-Sip.
-Bueno- le respondí mientras cortaba un trozo.
Se lo paso y miro con cara de susto.
-Amor! está exquisito! Te pasaste. Aquí se nota amor.
Esa reacción no me pudo hacer más feliz... estaba rico!! y ver la cara de mi amor feliz con lo que le había cocinado más contenta me ponía.
Cuando el queque esté frío espolvoree azúcar flor.
-Amor! se le puede echar azúcar flor.
-Uh! mejor aún.
Se lo comieron de una zampada entre mi amorcito y mis hermanos, hasta un amigo del Niko lo probó, jajaja... que vergüenza. Mi mamá casi no lo alcanza a probar.
Angelito, pudiste enojarte en un instante, pero ver tu cara de felicidad al probar eso que con tanto amor te preparé me hizo enormemente feliz. Espero cocinarte más seguido, siempre y cuando tu quieras también.
Te amo.


miércoles, julio 26, 2006


Peleamos tantas veces que debo confesarte que me da pena y rabia, pero después me pongo a pensar y me doy cuenta que todas estas pequeñas tormentas hacen de nuestra relación algo más maravilloso y lo fortalece en la medida que transcurre el tiempo.
Hemos vivido inumerables situaciones, cosas que tu y yo sabemos perfectamente, pero como hemos sobrevivido a todas aquellas pruebas que se nos presentan, tengo muy claro que yo soy una de las principales culpables, pero estoy haciendo hasta lo imposible para hacerte feliz, porque eso es uno de mis principales objetivos.
Hace unos minutos atrás que hablamos, estás en el trabajo, yo en la casa extrañandote a morir y con este frío todo empeora, lo único que quiero en estos momentos es que me abraces, no pido más, tus brazos me dan la seguridad que necesito y quiero.
Tantas ocasiones que tuvimos para conocernos, tan cerca que estabamos el uno del otro, tan sólo a unas cuadras, pero no... todo tuvo que ser perfecto. Tuvimos que pasar muchas cosas antes de conocernos, "lo que no te mata te hace más fuerte" me dijiste hace unos días en el auto, ¿recuerdas?, creo que tienes razón ya que tuvimos que vivir numerosas situaciones que nos dolieron para que ahora, ante la maravilla que se nos presenta, no cometamos los mismo errores que pudimos cometer en el pasado y además para valorar, respetar y amar con total entrega a esa persona que tienes a tu lado... amarte con todo lo que soy, darte lo mejor de mi.
Te amo mi cielito, eres lo mejor de mi vida, eres todo cuanto soñé y más.
Ahora me voy a la cama a soñar contigo y espero que las horas pasen rápido para verte pronto.
Te ama y te extraña, tu princesa.

miércoles, julio 19, 2006


-Un sujeto encuentra un viejo amigo, que vive en tratando de acertar en la vida, sin resultado. "Voy a tener que darle un poco de dinero", piensa. Sucede que, esa noche, descubre que su amigo es rico, y que ha venido a pagar todas las deudas que ha contraído en el correr de los años.
Van hasta un bar que solían frecuentar juntos, y él paga la bebida de todos. Cuando le preguntan la razón de tanto éxito, él responde que hasta unos días antes había estado viviendo el Otro.
-¿Qué es el Otro?- preguntan.
-El Otro es aquel que me enseñaron a ser, pero que no soy yo. El Otro cree que la obligación del hombres es pasar la vida entera pensando en cómo reunir dinero para no morir de hambre al llegar a viejo. Tanto piensa, y tanto planifica, que sólo descubre que está vivo cuando sus días en la tierra están a punto de terminar. Pero entonces ya es demasiado tarde.
-Y tú ¿quien eres?
-Yo soy lo que es cualquiera de nosotros, si escucha su corazón. Una persona que se deslumbra ante el misterio de la vida, que está abierta a los milagros, que siente alegría y entusiasmo por lo que hace. Sólo que el Otro, temiendo desilucionarse, no me dejaba actuar.
-Pero existe el sufrimiento- dicen las personas del bar.
-Existen derrotas. Pero nadie está a salvo de ellas. Por eso, es mejor perder algunos combates en la lucha por nuestros sueños que ser derrotado sin siquiera saber por qué se está luchando.
-¿Sólo eso?- preguntan las personas del bar.
-Sí. Cuando descubrí eso, decidí ser lo que realmente siempre deseé. El Otro se quedó allí, en mi habitación, mirándome, pero no lo dejé entrar nunca más, aunque algunas veces intentó asustarme, alertándome de los riesgos de no pensar en el futuro.
"Desde el momento en que expulsé al Otro de mi vida, la energía divina obró sus milagros."

Ejercicio del Otro
A Orillas del río Piedra me senté y lloré, Paulo Coelho.

Este fragmento del libro de Coelho nombrado anteriormente me llamó mucho la atención, y creo seguir sin tener claro el por qué, pero trataré de descubrir el motivo.
Para partir, desde hace un buen tiempo que soy Otra, desde unos meses que mi persona cambió y cambió para bien, ahora disfruto a concho de mi vida, siento la alegría y entusiasmo por lo que hago... soy feliz ya que gracias a una persona que ahora comparte su vida a mi lado soy FELIZ.
Ahora soy una mujer que escucha a su corazón. La vida me deslumbra cada día con la maravilla de saber que veré a la persona que amo... mi primer pensamiento del día es él y el último también. Puedo decir a ciencia cierta que estoy presenciando y viviendo el milagro de lo que denominamos Amor. Debo confesar que hubo momentos donde la Otra me atacó, me quiso asustar diciendome en numerosas ocasiones que esta sería una relación que a lo mejor no resultaría, pero me di cuenta que nunca será así porque el milagro que estoy experimentando tiene nombre y se llama Felipe.
Ángel mío, te amo, gracias por cada minuto que compartes conmigo. Me haces feliz a cada instante y como bien te diste cuenta el otro día, no te amo igual que siempre y ¿Sabes por qué? Simplemente porque cada día que pasa te amo más... te amo más que ayer, pero menos que mañana.
Tu princesa.

jueves, julio 13, 2006


Hace un tiempo atrás, una persona, la persona más importante de mi vida me dijo: "Amar no es mirarse a los ojos, sino que es mirar juntos en una misma dirección" y cuanta razón tuvo.
Durante estos meses, he sido testigo de numerosas enseñanzas, peleas, reconciliaciones, y mucho y mucho amor. Es en estos momentos cuando más he valorado el significado de aquella frase.
Al lado de este hombre maravilloso que llegó a mi vida y para no irse jamás he aprendido la maravilla del amor, ese amor basado en la confianza única, sin engaños, a prueba de toda clase de situaciones... eso lo sabemos bien los dos. ¿Cierto?
¿Alguna vez te haz preguntado cuando llegará esa persona que tanto esperas? o si la persona que comparte tu vida en estos instantes ¿es aquella que compartirá su tiempo por el resto de sus vidas? Es algo difícil de saber, pero yo creo, tengo la certeza de que así es porque así lo estoy viviendo, que cada célula de tu organismo, cada parte de tu cuerpo grita que ese hombre, en este caso, es tu Alma gemela.
Ahora puedo gritar a los cuatro vientos que estoy enamorada y enamorada... de verdad.
Powered By Blogger