
Queque Mármol
300 gramos de mantequilla
275 gramos de azúcar
1 cucharadita de vainilla
2 cucharadas de ron
1 pizca de sal
5 huevos
375 gramos de harina especial Schott (aunque como somos chilenos cualquier harina sin polvos da igual)
4 cucharaditas de polvos de hornear
2 cucharadas de leche
20 gramos de chocolate amargo en polvo
20 gramos de azúcar (¿de nuevo?)
3 cucharadas de leche (¿otra vez?)
Precaliente el horno a 150º C. Enmantequille un molde para queque.
-Hola mi amor!
-Hola mi cielito!- mientras me saluda me da un beso, de esos que tanto me gustan. Como me pilla con delantal de cocina puesto me pregunta que estoy haciendo.
-Te estoy haciendo un quequito- le digo con cara de alegría porque era primera vez que le cocinaba algo a parte de las hamburguesas que le mando para el trabajo.
-¿En serio?
-Sip
En un bol grande bata con batidora eléctrica la mantequilla con el azúcar a crema. Añada el azúcar (que supongo que será ese azúcar que se repite), sal, vainilla y ron.
Incorpore los huevos de a uno, batiendo muy bien entre uno otro.
-Pucha amor, ¿para que te pusiste a cocinar?- me dijo mi cielito entre pucheros.
-Porque quería hacerte algo rico po' amor, además hay una personita que ayer me dijo que antes de irse al trabajo quería tomar oncecita... ¿o no?
-Pero es que quiero regalonear contigo y como estás cocinando no se puede.
-Amor, pucha esperame, me apuro lo que más pueda y ahí regaloneamos, ¿si?
Se quedó calladito entre pucheros.
Añada la harina cernida con los polvos de hornear disuelto en 2 cucharadas de leche (jua! mientras cernía el harina me sale de sorpresa de dentro del paquete una taza... una taza! ¿a quién diablos se le habrá quedado una taza en el harina? A mi mamá más que segura xD). Vierta la 3/4 de la masa en el molde para queque, reserve el resto de la masa. En un bol pequeño mezcle el chocolate amargo (en mi caso fue chocolate dulce, no tenía amargo) con el azúcar y la leche.
Me acerco al Feli y está empecinado con un puzzle... está molesto. Igual le doy un besito.
Mezcle la masa restante con la mezcla de chocolate y viértala sobre la masa del molde y con un tenedor mezcle los dos colores. Hornee por 50 minutos o hasta que al meter un palito este salga limpio (el mío estuvo en 40 minutos aproximadamente)
Me acerqué a mi niño y seguía medio taimado, traté de conversar con él, pero como que no había mucho caso.
Después subimos a mi pieza (dicho sea de paso, con el enano de mi hermano como cola) y luego de un ratito se le pasó. Regaloneamos un buen rato hasta... ¡que empecé a sentir olor a quemado!. Corrí velozmente escalera abajo y apagué el horno. Estaba listo. No se alcanzó a quemar, tan sólo un poquito, pero era una nimiedad. Lo saqué y lo dejé enfriar.
Subí, nuevamente y luego de un rato mi amor me pregunta: -¿y el queque?
- Ya lo saqué. Se está enfriando.
-Aaahhh... vamos a verlo.
Bajamos y ahí estaba el queque. Se veía bonito, pero yo rogaba con todo mi ser que no sólo fuera aspecto sino también sabor.
Lo sacamos del molde, de uno de esos de silicona que compró mi mamá hace un tiempo atrás.
-Qué entrete el molde- me dijo mientras me ayudaba a desmoldarlo.
Quedó esponjosito. Tenía buena cara... seguía rogando que tuviera buen sabor.
-Ah, yo quiero queque.
-Altiro?
-Sip.
-Bueno- le respondí mientras cortaba un trozo.
Se lo paso y miro con cara de susto.
-Amor! está exquisito! Te pasaste. Aquí se nota amor.
Esa reacción no me pudo hacer más feliz... estaba rico!! y ver la cara de mi amor feliz con lo que le había cocinado más contenta me ponía.
Cuando el queque esté frío espolvoree azúcar flor.
-Amor! se le puede echar azúcar flor.
-Uh! mejor aún.
Se lo comieron de una zampada entre mi amorcito y mis hermanos, hasta un amigo del Niko lo probó, jajaja... que vergüenza. Mi mamá casi no lo alcanza a probar.
Angelito, pudiste enojarte en un instante, pero ver tu cara de felicidad al probar eso que con tanto amor te preparé me hizo enormemente feliz. Espero cocinarte más seguido, siempre y cuando tu quieras también.
Te amo.